Cómo sobrevivir a la regresión del sueño en bebés
¿Sabes lo que es la regresión del sueño en tu bebé? Aquí te contamos algunos datos y consejos que debes tener en cuenta.
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Llantos inconsolables, cara de mombie, horas intentando dormir a alguien que no quiere hacerlo y comidas frías, son claras señales de una regresión del sueño, pero ¿qué podemos hacer cuando surgen y qué debemos evitar para que tu bebé cumpla con este nuevo hito en su desarrollo?
Primero debemos entender en concreto qué es la regresión del sueño y porqué ocurre. Este cambio en la conducta habitual del bebé está relacionado con su desarrollo y comienza con horas de sueño desordenadas, donde ocurrirán despertares nocturnos, una reducción en las siestas, incluso tendrás un bebé más irritable. ¡Conserva la calma! Esto tiene una razón o varias, de hecho. A continuación, te lo explicamos:
Cuarto mes
Ocurre la primera regresión y la que determinará el ciclo de sueño futuro, aquí el bebé adaptará sus horas de descanso a las de sus padres. Siestas fugaces y noches eternas que se extenderán hasta 6 semanas, que serán el tiempo necesario (y justo) para borrar las ojeras.
Qué hacer
- Procura que duerma cómodamente durante el día para evitar que esté demasiado cansado en la noche.
- Crea rutinas o rituales que anticipen la hora de dormir. Ayudará al bebé para relacionarlo con el descanso.
- Reduce las fuentes de luz en la habitación.
- Tu aliada es la paciencia 24/7
8-10 meses
Tu bebé probablemente comience a ponerse en pie, ya aprendió a gatear y arriesga su vida con cada nueva hazaña, también ha probado uno que otro manjar casero y ya siente miedo de perder 2 segundos de vista a mamá. Esta etapa de descubrimiento es fundamental para su cerebro y una prueba de fuego para la energía de sus padres. Respira profundo y disfruta de las noches en que tu hijo querrá descubrir un poco más, los brazos de mamá y papá son más cómodos que su cuna. Dedícale el tiempo suficiente en esta etapa que durará un par de semanas.
Qué hacer
- Adapta las horas de sueño cuando percibas que sus siestas han reducido.
- Aprovecha esta etapa para explorar sus nuevas habilidades y satisfacer su espíritu curioso.
- Sigue practicando las rutinas habituales, esas con las que sabes que tu bebé cede sin mucha reclamación.
12 meses (en adelante)
Tu bebé hablará un poco más, descubrirá distintas formas de comunicarse además del llanto y surgirán los primeros pasos. Aunque esta regresión no suele ser muy común, es mejor estar preparados para muchas menos horas de sueño durante el día y prácticas prolongadas andando.
Qué hacer
- Si no logras que cumpla con dos siestas, procura que descanse sin interrupciones durante el tiempo que desee tu bebé.
- La constancia es tu arma secreta.
18 meses
Todo parece ir perfecto, ahora tienes un bebé parlanchín y retador. A veces creerás que no te escucha, pero sí lo hace, solo que prefiere seguir su instinto y probar la comida del gato. Este hito en su desarrollo es un esbozo de la personalidad, que explotará en los 2 añitos. Su independencia y los cambios que conlleva no ser un bebé tan pequeño lo harán querer saber cuánto puede presionar a sus papás hasta conseguir lo que quiere. Luchará contra el sueño, pero te aseguro que perderá la batalla. Intentará dominar el terreno de los límites y no cederás por el bien de todos.
¿Qué hacer?
- Traza reglas claras y sencillas. Límites le llaman.
- Mantén su rutina de sueño.
- No permitas que cambie su hora de siesta por juegos.
- Sigue conservando la paciencia y la cordura.
24 meses
Estos hitos retadores del desarrollo están llegando a su fin, están por transformarse en rabietas, pero eso es otro tema. Tu bebé sigue ampliando su ventana de sueño y reduciendo tu calma. Aquí aprenderá a soltar el pañal o se aferrará aún más. En todo caso, es una etapa muy prometedora porque tienes a un adolescente de 2 años experimentando sus primeras pesadillas, ampliando su lenguaje, transformando su socialización con otros niños y descubriendo nuevos gustos, como juegos, comidas, lugares, canciones o prendas de vestir, incluso disfraces. Disfruta esta fuerte y pasajera etapa, déjate contagiar por la energía de tu bebé y ayúdale a madurar en cada proceso acorde a sus necesidades.
¿Qué hacer?
- ¡Tu bebé no quiere la siesta, pero tú la necesitas! Cuida su sueño durante el día.
- No permitas que pasen largas horas entre un descanso y otro.
- Sus papás tendrán que ser muy adultos, así que no hay chance de sucumbir ante el drama. Siempre responde con cariño a las necesidades de tu hijo.
- Los hábitos negativos que alguna vez te salvaron no pueden volver. ¡Jamás!
- No está permitido romper ningún límite y déjaselo saber con amor.
Temas:
- Cuidados del bebé